Bueno, ya han pasado unos días desde que publiqué la primera parte de este post... vale, sí, hace casi un mes, ¿Pasa algo? XD... Como decía, creo que ya es hora de acabar la faena.
En episodios anteriores habíamos esterilizado los frascos y tapas. Evidentemente, toda la operación se puede hacer de corrido. Salvo que quieras hacer 200 kg. de mermelada en una olla express. En ese caso, tendrás que distribuir los frascos por toda tu casa. Frasos en la cocina, en el dormitorio, en el baño, encima de la cama de tu padres... Casi mejor que hagaís una cantidad más razonable :D
Como decía, con los frascos ya hervidos y puestos boca abajo sobre un trapo RIGUROSAMENTE LIMPIO, podemos dedicarnos a cocinar. En esta ocasión elegí hacer una confitura de fresa porque es una fruta que me encanta -a pesar de la campaña que hay en su contra en Francia y Suiza- y porque esta combinación de fresas y cava me sabe a gloria. A esta otra, con vinagre balsámico, también tengo ganas de echarle el diente. Pero todo a su tiempo. Lo único que odio de las fresas es lo de la pectina.
NOTA: la pectina es "una sustancia natural parecida a la goma que se encuentra en cantidades diversas en las pepitas, semillas, corazones y pieles de fruta. Al desmenuzar y calentar las frutas, se libera la pecina y se mezcla con los ácidos naturales de las frutas para formar una sustancia de apariencia gelatinosa." (Conservas y mermeladas. Sara Lewis. RBA, 2005).
Vamos, que cuanta más pectina tenga la fruta elegida, más gelatinosa quedará nuestra mermelada. Desgraciadamente, la fresa está en la parte baja de esa clasificación, así que tendremos que añadirle pectina por otro lado para que espese un poco. Os voy a ser sincero. Yo paso de echarles porquerías a mis mermeladas (las industriales llevan de todo, hasta gelatina, que es de origen animal), y prefiero que me quede un poco líquida a que se espese como si fuesen unas manitas de cerdo. Como truco, en ese mismo libro hablan de añadir zumo de limón recién exprimido a la mermelada. 2 cucharadas de zumo por cada kilo de fruta. Otra idea es combinar frutas de escaso contenido en pectina con otras que tengan mucha (fresas con grosellas rojas, por ejemplo).
Volvamos al hilo principal. Fresas y champán. Es como ir a Wimbledon, ¿verdad? Aunque luego ves allí a Serena Williams y se tambalea toda la elegancia y el gramour del evento.
Los pasos que nos quedan son los siguientes:
1º elaborar la mermelada (según la magnífica receta que os daré a continuación) hasta que esté en su punto. ¿Y cómo se sabe eso? Ahora os lo pongo.
2º envasar la mermelada y cerrarla con su tapita esterilizada. Una vez envasada le daremos la vuelta (para evitar que una gota furtiva de agua pueda degenerar en un moho que nos estropée el fruto de nuestro esfuerzo :P ). A la mañana siguiente ponemos los frascos como deben estar, con su tapita mirando al cielo, y ya está. Bueno, ya está hecho, que yo los limpiaría un poco por fuera (seguro que los habéis manchados, ¡marranetes!) y les pondría una etiqueta para saber cuándo habéis hecho esta magnífica mermelada.
Bien, pues ya tenemos la mermelada en un bote. Eso es importante, porque si no se desparramaría por toda la cocina. Sí, era un chiste. Se conserva entre 6 y 12 meses, pero yo me la comería antes :)
No es pasión de padre, pero está buenísima. Lo digo en serio, acabo de comerme lo de la foto XD !!!
En episodios anteriores habíamos esterilizado los frascos y tapas. Evidentemente, toda la operación se puede hacer de corrido. Salvo que quieras hacer 200 kg. de mermelada en una olla express. En ese caso, tendrás que distribuir los frascos por toda tu casa. Frasos en la cocina, en el dormitorio, en el baño, encima de la cama de tu padres... Casi mejor que hagaís una cantidad más razonable :D
Como decía, con los frascos ya hervidos y puestos boca abajo sobre un trapo RIGUROSAMENTE LIMPIO, podemos dedicarnos a cocinar. En esta ocasión elegí hacer una confitura de fresa porque es una fruta que me encanta -a pesar de la campaña que hay en su contra en Francia y Suiza- y porque esta combinación de fresas y cava me sabe a gloria. A esta otra, con vinagre balsámico, también tengo ganas de echarle el diente. Pero todo a su tiempo. Lo único que odio de las fresas es lo de la pectina.
NOTA: la pectina es "una sustancia natural parecida a la goma que se encuentra en cantidades diversas en las pepitas, semillas, corazones y pieles de fruta. Al desmenuzar y calentar las frutas, se libera la pecina y se mezcla con los ácidos naturales de las frutas para formar una sustancia de apariencia gelatinosa." (Conservas y mermeladas. Sara Lewis. RBA, 2005).
Vamos, que cuanta más pectina tenga la fruta elegida, más gelatinosa quedará nuestra mermelada. Desgraciadamente, la fresa está en la parte baja de esa clasificación, así que tendremos que añadirle pectina por otro lado para que espese un poco. Os voy a ser sincero. Yo paso de echarles porquerías a mis mermeladas (las industriales llevan de todo, hasta gelatina, que es de origen animal), y prefiero que me quede un poco líquida a que se espese como si fuesen unas manitas de cerdo. Como truco, en ese mismo libro hablan de añadir zumo de limón recién exprimido a la mermelada. 2 cucharadas de zumo por cada kilo de fruta. Otra idea es combinar frutas de escaso contenido en pectina con otras que tengan mucha (fresas con grosellas rojas, por ejemplo).
Volvamos al hilo principal. Fresas y champán. Es como ir a Wimbledon, ¿verdad? Aunque luego ves allí a Serena Williams y se tambalea toda la elegancia y el gramour del evento.
Los pasos que nos quedan son los siguientes:
1º elaborar la mermelada (según la magnífica receta que os daré a continuación) hasta que esté en su punto. ¿Y cómo se sabe eso? Ahora os lo pongo.
2º envasar la mermelada y cerrarla con su tapita esterilizada. Una vez envasada le daremos la vuelta (para evitar que una gota furtiva de agua pueda degenerar en un moho que nos estropée el fruto de nuestro esfuerzo :P ). A la mañana siguiente ponemos los frascos como deben estar, con su tapita mirando al cielo, y ya está. Bueno, ya está hecho, que yo los limpiaría un poco por fuera (seguro que los habéis manchados, ¡marranetes!) y les pondría una etiqueta para saber cuándo habéis hecho esta magnífica mermelada.
Y ahora... PARA SABER CUANDO ESTÁ LISTA LA MERMELADA: Estamos hablando de hacer una preparación en casa, así que lo que queremos es lograr lo más aromático y sabroso que podamos. Nada de una cosa pegajosa y que no sepa a nada o una mezcla con el azúcar quemado o... Entonces, ¿Cómo podemos saber cuándo está acabada nuestra mermelada (que rima y todo)? Pues para eso está... ¡¡¡La prueba del plato!!! "Transcurridos 10-15 minutos [desde que comenzó a cocer] apague el fuego y con una cuchara deposite un poco de la conserva en un plato pequeño. Colóquelo en un lugar frío o en la nevera durante 2 ó 3 minutos. Seguidamente, pase un dedo a través de la conserva. Si ésta se pliega y el surco hecho con su dedo permanece, la conserva está lista. Si no, vuelva a encender el fuego y siga hirviendo la fruta, comprobando a intervalos de 5 minutos hasta que se consiga el punto de cocción". Esto es del mismo libro. |
Bien, pues ya tenemos la mermelada en un bote. Eso es importante, porque si no se desparramaría por toda la cocina. Sí, era un chiste. Se conserva entre 6 y 12 meses, pero yo me la comería antes :)
CONFITURA DE FRESAS AL CAVA Dificultad: Fácil si eres capaz de mantener las manos lejos de las fresas. ¿Quieres hacer el favor de dejar de comértelas? Ingredientes:
Preparación: 1 Dividimos las fresas en dos partes iguales. Trituramos una y picamos la otra. 2 Mezclamos el azúcar, el puré de fresas, las fresas picadas, el zumo y el vino. Lo dejamos en reposo tapado dos horas. 3 Pasado este tiempo, ponemos la olla a fuego lento hasta que se haya disuelto el azúcar. A fuego superlento tardaría como una media hora. 4 Lo ponemos a fuego medio-lento unos 15 minutos y miramos si está a punto. Si no lo está, hacemos lo q dice ahí arriba. 5 Una vez que ya esté hecho, lo dejamos enfriar unos 15 minutos y retiramos la espuma que se haya formado. 6 Envasamos la confitura. Nada de echársela por encima, que estará ardiendo ;) |
No es pasión de padre, pero está buenísima. Lo digo en serio, acabo de comerme lo de la foto XD !!!
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