
En la familia Cocotte tenemos a Monsieur Bonnechance, experto montañero. Él aporta la cuota extra de adrenalina y sustos a nuestra habitualmente tranquila vida en Talavera-sur-Mer.
Nada hacía sospechar que M. Bonnechance fuese a resultar el Amundsen de la familia Cocotte. Bueno, su padre -M. Bonnechance es Cocotte por parte de madre- es oriundo de un pequeño pueblecito situado en una montaña donde hace un frío que pela, pero el primo siempre fue un niño algo enclenque con tendencia a la lectura y al estudio. Nada que ver con el loco del alpinismo, el cicloturismo, el esquí y la vida al aire libre en general en que ha devenido.
Bueno, tampoco pensábamos que diese el paso de fan y espectador de rugby a jugar de ala en el equipo de su Facultad. A lo mejor ese fue el comienzo.

Entre tanta actividad, todos los años hace una parada la mañana de Nochebuena para acudir a la maison Cocotte para tomar algo y contarnos sus últimas aventuras. Correrías, en algunas ocasiones.
A raíz de su afición a las montañas –con sus plantitas, sus piedras y sus cabras- M. Bonnechance ha llegado a ser experto en comida asturiana. No hay chigre que no conozca de Llanes a Tapia de Casariego. Ha trasegado miles de culines, cientos de quesos afuega'l pitu, decenas de merluzas a la sidra, kilos y kilos de arroz con leche y dos o tres cachopos, lo más parecido que se conoce al filete de brontosaurio de los Picapiedra.

Ésta es su receta secreta. Se la sacamos hace dos navidades a base de vino de la tierra y ahora la compartimos von vosotros. ¡Que aproveche!
La receta en pdf, aquí.
CHORICINES A LA SIDRA Dificultad: lo pueden hacer hasta los montañeros que hayan perdido sus dedos en el Annapurna . Ingredientes (para entre 1 y 1000 choricines. Depende del tamaño de la olla y de lo brutos que seamos):
Preparación: 1 Se pinchan los choricines. 2 Se ponen en una olla. 3 Se inundan en una mezcla de sidra y agua (2 partes de sidra por una de agua). 4 Se ponen a cocer a fuego lento durante 45 minutos. 5 Se sacan los chorizos y se sirven cortados en rodajas, por ejemplo. Para beber se escancia sidra asturiana. No puede ser de otra manera. |