[Nota: este libro me lo mandó la gente de Plaza&Janés antes de Navidad. Aunque lo recomendé como regalo de Reyes, quería dedicarle un poco más de tiempo porque me parece interesante y porque creo que los autores se lo merecen. Aunque algunos coman insectos].
Durante las pasadas navidades hemos sufrido una auténtica avalancha de libros de cocina. Miento. Ha sido un tsunami de recetarios, en realidad. No hay tantos buenos libros sobre comida y cocina como recopilaciones más o menos organizadas de recetas. Si os habéis dado una vuelta por las librerías, habréis visto de todo. Desde libros espantosos como el de Arguiñano o el de los cupcakes de Sergio Fernández II (el primero para mí es -y siempre será- Sergio Fernández, el Grande) a auténticas joyas como El Arte de la Cocina Francesa –sí, me lo trajeron los Reyes- o el Pan Casero, de Ibán Yarza.
Entre tanta oferta hay un poco de todo, claro. Desde auténticas biblias y libros muy interesantes por su enfoque (A vueltas con la tartera o Zerogluten) a otras cosas que… En fin que no deberían haberse editado. A lo mejor es cosa mía, pero todos esos libros salidos de los concursos de cocina (el de los minimasterchefs debe estar al caer) me parece que aportan poco en el mejor de los casos. Si estás en el nivel de los concursantes ya sabes cuáles son tus fuentes y si quieres llegar a ese nivel –ojo, que había gente que cocinaba muy bien- seguramente necesitarás algo más estructurado. Pero que allá cada uno, eh. De todas maneras, que parte fundamental del premio de un concurso sea que editen un libro con “tus recetas” y que a los dos días todos los que han llegado a semifinales tengan el suyo haciéndote competencia tiene su guasa.
Detro de todo este aluvión arrasador se ha destacado claramente que éste ha sido el año de los blogueros. Parecía que todos los que tienen un blog sobre cocina con un algo de éxito estaban en la obligación de que sacar libro. Modas, ya sabemos. Pero esa moda ha hecho que algunos, bastante interesantes, se perdiesen un poco en el oscuro bosque de las novedades editoriales.
Como siempre, están los que reciben mimos por parte de las editoriales (promoción, buena distribución, entrevistas en medios importantes,…) y los que se lo tienen que currar más. Entre los que no han recibido tanta atención, o al menos no me lo ha parecido, se encuentra No más platos de mamá, un libro escrito por los autores del (video)blog No más -- de mama, con textos y recetas de Carlos Román, diseño chulo de Adriá Pifarré y Marc Castellví y fotos un poco de los tres porque cada uno tiene un móvil y esto es un sindios (ese huerto casero se parece mucho al que voy a instalar yo en mi patio, gracias por la idea).
¿Qué tiene de bueno? Pues bastante cosas. Veamos. El libro es la adaptación al papel de su blog y allí las recetas están escritas, por supuesto, pero su sello distintivo es que están en vídeo. Y son vídeos chulos, con un montaje dinámico y buena música. Se nota el trabajo que hay detrás. Todo eso no se puede llevar al papel, claro, así que los que han hecho es crear algo distinto. Las recetas son las mismas (en las que no son nuevas, hay links) y las fotos mantienen la estética del blog, pero han sido capaces de ir más allá. Hay un montón de historias cruzando el libro que nos enseñan (al menos un poco) la relación que estos tres elementos tienen con la comida. Es una de las cosas que más me han gustado. Bueno, eso y el diseño del propio libro, que permite abrirlo sobre la mesa y que se quede así para poder y leyendo la receta.
Otra de las cosas que me gustan es que los autores son unos
Por cierto, entre las historias del libro hay una que no puedo dejar de comentar. En un principio, el blog se llamaba “no más tuppers de mamá”, en alusión a los típicos envases de plástico que todos hemos usado para llevar la comida allá donde fuese necesario. Pues bien, un día la amable gente de Tupperware (aquí iba un enlace, pero paso de regalarles ni una visita), en un legendario alarde de torpeza social, decidieron que la palabra tupper era de su propiedad y que lo mejor que podían hacer era enviar un burofax malrrollero a estos chicos porque a su parecer ensuciaban su buen nombre. Y claro, Carlos y compañía tuvieron que cambiarlo, no fuese a ser que el cielo se desplomase sobre sus cabezas. Cuando ves lo que hacen otras marcas como Lekúe, Pirex o Ibili notas claramente la diferencia de estilos. Creo recordar que algo parecido pasó con “A vueltas con la tartera” el libro de Mònica Escolar que tampoco pudo llamarse así por lo mismo. Unos hachas.
En cuanto a la comida en sí, tengo que reconocer que me gusta bastante la selección. En un principio, la idea de Carlos y compañía era animar a cocinar a la gente de su misma edad, pero eso sería en el comienzo de los tiempos, porque enseguida se ve que son gente a la que le gusta la comida y eso es independiente de la edad. De todo el recetario (60 recetas) las que más me gustan –y que ya he apuntado en la lista de cosas pendientes- son la sopichuela con toques orientales, la hamburguesa de salmón, la patatas y bacalo, las costillas para la resaca, la hamburguesa de lentejas, el Kentucky fried rabbit, el risotto alla milanese (eso en esta casa son palabras mayores), la spanakopita, la carbonara sin nata (¿pero la hay con nata?),las galletas con MUCHO chocolate, la patatas a la riojana, la tarta de queso (cuajada, no horneada),y su versión de los spanish macarrones con chorizo, que es el plato hereje por excelencia.
Otra idea interesante de esta gente es La santa (voluntad) (ya hay segunda edición en marcha), pero eso lo leéis en el libro.
Por lo demás tiene un índice visual -dividido en primeros, segundo y postres-y otro temático (también visual) dividido en recetas de carnes, fruta y verdura, legumbres, pescados, pasta y arroz, sopas y cremas, guisos y potajes, ensaladas, vegetarianas, veganas, sin gluten. Finalmente, también encontramos las recetas divididas por tiempos de cocina en cuatro categorías: menos de 30 minutos, de 30 a 60 min., de 60 a 90 min. y más de 90 min.
En resumen, un buen libro sobre comida lleno de historias divertidas, recetas chulas y con un diseño moderno y un tacto (no había hablado de la importancia de eso) muy agradable. El autorregalo perfecto.
No más platos de mamá.
Marc Castellví , Adriá Pifarré y Carlos Román.
Ed. Plaza y Janés. Barcelona, 2013.
P.V.P.: 19,90 € (Precio web Fnac)